San
Martín ocupó Lima y reunió un cabildo abierto el 15 de julio. El
día 28, ante una multitud reunida en la Plaza de Armas de Lima, San Martín
declaró la independencia y fue nombrado Protector del Perú con
autoridad civil y militar.
Formó su
ministerio con los ministros Hacienda Hipólito Unanue, de Hacienda, Juan
García del Río, de Relaciones Exteriores yBernardo de Monteagudo, de Guerra y
Marina. En el mes de octubre dictó un Estatuto Provisorio de Gobierno, en el
cual se establecía la división territorial, la libertad de vientres, y la
libertad de los indígenas de los tributos específicos. Jurídicamente, el
Reglamento establecía que
“todas
las leyes, ordenanzas y reglamentos quedan en su fuerza y vigor, mientras no
sean derogadas o abrogadas por autoridad competente.”
Ese
mismo año fundó la Biblioteca Nacional del Perú, a la cual donó su
colección personal de libros, y creó la Orden del Sol, actualmente llamada
Orden El Sol del Perú.
Fundó la
Sociedad Patriótica, formada por 40 ciudadanos peruanos, a quienes consideró
los más ilustrados entre los decididos por la causa independentista. Ésta se
enfrascó en discusiones sobre la forma más conveniente de gobernar el país,
entre la monarquía constitucional que apoyaba San Martín y defendían los
ministros Unanue y Monteagudo, y la república, que defendían Manuel
Pérez de Tudela y Mariano José de Arce. En apoyo a sus ideas
monarquistas, envió a García del Río y Diego Paroissien a Europa, a
conseguir un príncipe de la Casa de Sajonia-Coburgo-Gotha, para que
reinara en el Perú. También debían contratar un empréstito para continuar la
campaña militar.
Estableció
la libertad de comercio y la libertad de imprenta, pero no permitió otro culto
religioso que el católico. Expulsó a miles de españoles nototiamente
contrarios a la independencia y confiscó sus bienes.
Desde
Ancón, y posteriormente desde Lima, San Martín envió una serie de campañas para
incorporar al Protectorado al resto del Perú, pero algunos triunfos parciales
no pudieron evitar que el Virrey se hiciera fuerte en la Sierra, fijando su
capital en Cuzco; el Protector no tenía fuerzas para enfrentarlo con
probabilidades ciertas de triunfar.
Durante
su protectorado recibió una carta del general Antonio José de Sucre,
lugarteniente de Simón Bolívar, para la campaña en el territorio de la Presidencia
de Quito (actual Ecuador), en el que reclamaba la incorporación a la
misma del batallón Numancia. Esta unidad, compuesta de venezolanos y neogranadinos había
sido formada en Venezuela en 1813 y enviada al Perú tres años más
tarde en por Pablo Morillo. A poco de desembarcar San Martín en territorio
peruano, se había pasado a sus filas. San Martín se negó a perder la
excelente unidad, y en su lugar envió una División Auxiliar al mando
de Andrés de Santa Cruz —en su mayoría compuesta por tropas
inexpertas— que participaron en las batallas de Riobamba y Pichincha.
Entre
los días 26 y 27 de julio de 1822 se realizó la Entrevista de
Guayaquil, donde se reunió con Simón Bolívar, teniendo como tema principal
la liberación del Perú, principal baluarte realista en Sudamérica. Tras una
conversación privada, cuyo contenido sólo se puede conjeturar, cedió a Bolívar
la iniciativa y conclusión de la campaña libertadora.
Poco
después decidió retirarse de todos los cargos y volver a su país.
Su
gobierno había durado desde el 3 de agosto de 1821 hasta el 20 de septiembre de
1822.
Hemiciclo de la Rotonda, monumento
en homenaje a los libertadores.
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